Empresa


Contenido
1. Introducción
2. Objetivo
3. Evolución histórica del concepto de empresa
4. Concepto de empresa
5. Clasificación de empresa
6. Conclusión
7. Bibliografía










Introducción
La empresa es un concepto que cualquier ciudadano de un país con economía de mercado, hoy en día,  comprende, en un sentido muy amplio, tanto su significado como su función dentro del sistema económico.  Pero es posible que si se le exigen ciertas precisiones surjan algunos problemas de definición, cierta confusión con otros  conceptos o instituciones económicas. Así, si dar una definición rigurosa y completa de cualquier concepto resulta muy difícil, más aún cuando el objeto a definir es una realidad tan compleja como lo es la empresa, donde se combinan problemas de diversa índole (económicos, tecnológicos, sociales, psicológicos, humanos.), y que, además, constituye una realidad dinámica, viva, sometida a permanentes cambios, que se rige por leyes generales, en ocasiones, o muy concretas y específicas, en otras.

La diversidad de aspectos (técnico-productivos, socio-jurídicos, económico-financieros) que definen la realidad empresarial hacen que ésta sea estudiada por diferentes disciplinas sociales (derecho, economía, sociología, psicología...) y técnicas. Esta concepción se ha materializado en un enfoque interdisciplinar del estudio de la empresa, propio de la denominada Teoría General de Sistemas, que abordaremos en el último epígrafe de este tema.




Objetivo
El objetivo que queremos alcanzar con este trabajo es obtener que tanto nosotros los aprendices como cualquier persona que esté en la capacidad de estudiar este tema logre  captar o aprender de una manera fácil y entendible el concepto de empresa y la evolución de esta.














Evolución histórica del concepto de empresa
De una forma resumida se aborda en este epígrafe cuál ha sido la evolución de la empresa como órgano del sistema de economía capitalista o de mercado.  No se va a entrar en muchos detalles, pues corresponden más a una disciplina como la historia económica.
Como es sabido, el sistema económico capitalista pasa por cuatro modelos de organización económica conocidos como: feudalismo, capitalismo mercantil o mercanti­lismo, capitalismo industrial y capitalismo financiero.  En cada uno de ellos la empresa ha tenido sus orígenes y su correspondiente evolución como órgano básico del citado sistema, pasando de un modelo y configuración simple a la actual situación de complejidad que expresa el modelo de «empresa como organización».
Feudalismo: la primera etapa de la empresa se caracteriza por el énfasis en la dimensión técnica y como unidad simple, es decir, muy orientada a una transformación primaria y artesanal de los factores productivos y dotada de una organización sencilla, réplica en cierta medida de la estructura familiar de su propietario: el artesano o empresario individual e industrial de la época.
Mercantilismo o capitalismo mercantil: También en la segunda etapa, la del modelo comercial, la empresa sigue conceptuándose como unidad simple, en cuanto a su estructura productiva, aunque como consecuencia del incremento del comercio internacional y colonial y del desarrollo político-económico de las ciudades y de los Estados surgen nuevas formas societarias de los negocios (de las sociedades personalistas-colectivas y en comandita a las sociedades anónimas) y nuevos planteamientos organizativos para lograr los objetivos comerciales. 
Es por todo ello por lo que se comienza a definir a la empresa como unidad comercial o técnico-económica, momentos en los que se forjan el «espíritu capitalista» y el «espíritu burgués» en la sociedad, de los que dimanará el «espíritu de empresa», base del desarrollo de la empresa capitalista, caracterizada jurídicamente por la «sociedad por acciones» o «sociedad anónima».
Capitalismo industrial: El gran desarrollo de la empresa se produce con el modelo de capitalismo industrial, el cual surge históricamente con la Primera Revolución Industrial en la Inglaterra del XVIII.  La aparición de la primera máquina de lanzadera para tejer y la sucesión de nuevas máquinas para llevar a cabo tareas industriales, culminando con la máquina de vapor, transformó el panorama económico del siglo XIX, dando origen al surgimiento de la industria pesada, ferrocarril y siderurgia, que junto a otras industrias más ligeras y a la minería, especialmente del carbón, han definido el comienzo del citado capitalismo industrial.  En él la empresa ya se configura como una unidad compleja, tanto por los aspectos productivos, como por los restantes aspectos jurídicos y sociales, aunque sean los primeros los más relevantes, razón de que se la defina como unidad económica de producción.
Capitalismo financiero: Finalmente, el capitalismo industrial, dado su crecimiento patrimonial, requirió de un importante crecimiento financiero o de necesidades de capital para atender al primero. La última fase del desarrollo capitalista o capitalismo fi­nanciero se caracteriza por la relevancia máxima de los movimientos del capital financiero, de los recursos financieros líquidos, de forma que su colocación produzca elevados rendimientos.

Concepto de empresa
Una empresa es una unidad económico-social, integrada por elementos humanos, materiales y técnicos, que tiene el objetivo de obtener utilidades a través de su participación en el mercado de bienes y servicios. Para esto, hace uso de los factores productivos (trabajo, tierra y capital).
Una empresa es una organización o institución dedicada a actividades o persecución de fines económicos o comerciales para satisfacer las necesidades de bienes o servicios de los demandantes, a la par de asegurar la continuidad de la estructura productivo-comercial así como sus necesarias inversiones.











Clasificación de empresa
Las empresas puedan clasificarse según la actividad económica que desarrollan. Así, nos encontramos con empresas del sector primario (que obtienen los recursos a partir de la naturaleza, como las agrícolas, pesqueras o ganaderas), del sector secundario (dedicadas a la transformación de bienes, como las industriales y de la construcción) y del sector terciario (empresas que se dedican a la oferta de servicios o al comercio).
Otra clasificación válida para las empresas es de acuerdo a su constitución jurídica. Existen empresas individuales (que pertenecen a una sola persona) y societarias (conformadas por varias personas). En este último grupo, las sociedades a su vez pueden ser anónimas, de responsabilidad limitada y de economía social (cooperativas), entre otras.
Las empresas también pueden ser definidas según la titularidad del capital. Así, nos encontramos con empresas privadas (su capital está en mano de particulares), públicas (controladas por el Estado), mixtas (el capital es compartido por particulares y por el Estado) y empresas de autogestión (el capital es propiedad de los trabajadores).






Conclusión
-       Con respecto a la Constitución de una empresa se puede decir que son varios pasos los que una persona natural o jurídica debe seguir para constituirla de manera legal.
-       Una empresa operando en forma organizada, combina la técnica y los recursos para elaborar productos o prestar servicios con el objeto de colocarlos en el mercado para obtener una ganancia.
-       En conclusión la empresa se basa en los recursos económicos que tenga para implementar la misma, así como tiene que estar acorde de los avances tecnológicos del momento, para así iniciar un mejor desarrollo empresarial y así tomar un mejor manejo y rapidez en las diferentes fuentes de ingreso.










Bibliografía



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